María Alejandra Vélez, Carlos Trujillo, Lina Moros y Clemente Forero
Facultad de Administración, Universidad de los Andes, Colombia
En lugares expuestos a altos niveles de violencia, sentirse inseguro puede afectar a las relaciones sociales. Por ejemplo, al caminar por una calle oscura y observar que alguien necesita ayuda, las personas que se sienten inseguras pueden pensárselo dos veces antes de prestarla. Un estudio de nuestro grupo intentó comprender la relación entre sentirse inseguro y la disposición a cooperar, a ser altruista y a confiar en los demás. Para esto, diseñamos una encuesta de percepciones de inseguridad e implementamos experimentos económicos para medir los niveles de cooperación, confianza, reciprocidad y altruismo en habitantes de municipios rurales en Colombia. Nuestros resultados indican que las personas que se sienten más inseguras confían más en los demás, pero su tendencia a cooperar para la provisión de un bien público se reduce.
Los estudios que analizan la relación entre la exposición a la violencia y comportamientos prosociales suelen llegar a una conclusión aparentemente contraintuitiva: las personas expuestas a guerras o conflictos civiles son más cooperativos después de las guerras, participan más en organizaciones comunitarias y se movilizan más políticamente (Bauer y col., 2016).
Sin embargo, estos estudios presentan dos limitaciones importantes. Primero, no incluyen las percepciones de inseguridad. La mayoría se concentran en indicadores y medidas objetivas de la violencia (p.ej., tasa de homicidios) o victimización (si la persona se considera víctima o ha presenciado algún tipo de crimen). Las percepciones de inseguridad son importantes pues, a diferencia de los indicadores objetivos, son dinámicas y heterogéneas entre los individuos. Además, los indicadores objetivos no capturan elementos psicológicos (p.ej., la sensación de amenaza) que pueden influenciar las decisiones individuales (Bar-Tal y Jacobsen, 1998). Segundo, los pocos estudios que han utilizado medidas experimentales de comportamientos pro-sociales han incluido sólo una medición en el tiempo (p.ej., Voors y col., 2012). Nuestra investigación Vélez, (Trujillo, Moros y Forero, 2016) responde a estas limitaciones al explorar la relación entre inseguridad percibida y diferentes comportamientos prosociales en dos momentos en el tiempo, lo que permite examinar la estabilidad de nuestros resultados.
En nuestra investigación diseñamos una encuesta de percepciones de inseguridad y construimos un índice de inseguridad percibida que captura tres niveles: personal, familiar y comunitaria. Además, implementamos experimentos económicos para medir los niveles de cooperación, confianza, reciprocidad y altruismo entre los habitantes de cuatro municipios rurales en Colombia: dos municipios con altos niveles de violencia objetiva y dos con bajos niveles en los últimos 10 años. La Figura 1 muestra una de nuestras sesiones de recogida de datos.
Los experimentos económicos son ejercicios de toma de decisiones donde los individuos ganan dinero dependiendo de sus decisiones y las decisiones de las demás personas con las que interactúan en la actividad. En concreto, se usaron tres juegos. En el «juego de la confianza» las personas juegan en pareja y cada uno recibe tres euros. El participante A debe decidir cuánto de esos tres euros quiere enviarle al participante B. Todo lo que A le mande a B se multiplica por tres. A continuación, B debe decidir cuánto quiere devolverle a A, si quiere devolverle algo. El envío de A a B es una medida de confianza, pues está arriesgando una ganancia segura a cambio de una ganancia mayor; y el envío de B a A es una medida de reciprocidad. El «juego de bienes públicos» se realiza en grupos de cinco personas y durante 10 rondas. Cada participante recibe dos euros y debe decidir cuánto de esos dos euros aporta a un proyecto comunitario y cuánto se queda para sí mismo. La suma de lo que aportaron los cinco participantes se multiplica por dos y se divide en partes iguales entre los miembros del grupo. Esta regla del juego permite comportamientos de polizón («free rider», aquél que se beneficia del esfuerzo de otros sin contribuir nada a cambio). El aporte de cada participante al proyecto comunitario es una medida de cooperación. Para medir altruismo se realiza el «juego del dictador». Este juego se realiza en parejas: el participante A recibe 20 euros y debe decidir cuánto de estos 20 euros le envía al participante B.
Realizamos dos estudios con los mismos participantes en dos momentos distintos del tiempo: el Estudio 1 en el año 2011, con 796 personas, y el Estudio 2 en el 2014, con 800 personas. En el Estudio 1 encontramos que las personas que se sienten más inseguras, de acuerdo a nuestra medida de percepción de inseguridad, están menos dispuestas a cooperar, pero confían más y son más altruistas que los que se sienten menos inseguros. En el Estudio 2 replicamos el Estudio 1 e incluimos medidas de victimización con los mismos participantes para capturar el nivel de exposición individual a la violencia y no sólo la situación estructural. Encontramos los mismos resultados para cooperación y confianza incluso cuando incluimos la inseguridad percibida como variable mediadora entre victimización, por un lado, y cooperación y confianza, por otro. Es decir, una parte importante del efecto de haber sido víctima en la cooperación y la confianza pasa por el efecto que dicha victimización haya tenido en la percepción subjetiva de inseguridad.
Nuestros resultados revelan que la inseguridad subjetiva aumenta la confianza, pero reduce la cooperación para la provisión de un bien público. Esta diferencia puede ser el resultado de la naturaleza de las tareas. Mientras que el juego de los bienes públicos (cooperación) se realiza en grupos de cinco personas, los cuales toman decisiones simultáneas para decidir la contribución al bien público, el juego de la confianza es en parejas y la toma de decisiones es secuencial. En este tipo de interacción es más fácil enviar la señal de “confianza” para alinear las expectativas de los participantes, mientras que en el de bienes públicos los participantes no pueden saber si los otros van a cooperar o no. Nuestros resultados sugieren que al aumentar la inseguridad, la gente activa esa capacidad de confiar y presta especial atención a las señales de confianza que mandan los demás.
Esta investigación sugiere que en contextos de inseguridad percibida alta, la confianza interpersonal puede aumentar en busca de beneficios para ambos. Pero puede ser difícil mejorar la cooperación para la provisión de bienes públicos posiblemente porque las personas perciben que su vulnerabilidad aumenta. Esto es muy importante para la activación del capital social en comunidades donde la inseguridad percibida permanece alta a pesar de que los indicadores de violencia objetiva ya han disminuido. En términos de programas y políticas públicas, nuestra investigación sugiere estrategias de intervención que involucren: 1) atención psicosocial dirigida a reducir la sensación de inseguridad en las personas; 2) establecer señales claras de confianza mutua dentro de la comunidad; y 3) acciones puntuales para reducir las fuentes estructurales de inseguridad. Nuestro estudio abre una agenda de investigación importante e inexplorada, ya que en la literatura sobre acción colectiva la inseguridad percibida no es considerada como un factor determinante de los comportamientos pro-sociales (Ostrom, 2000).
Referencias
Bar-tal, D., y Jacobson, D. (1998). A psychological perspective on security. Applied Psychology: An International Review, 47, 59–71.
Bauer, M., Blattman, C., Chytilová, J., Henrich, J., Miguel, E., y Mitts, T. (2016). Can war foster cooperation? Journal of Economic Perspectives, 30, 249–274.
Ostrom, E. (2000). Collective action and the evolution of social norms. Journal of Economic Perspectives, 14, 137–158.
Vélez, M. A., Trujillo, C. A., Moros, L., Forero, C. (2016). Prosocial behavior and subjective insecurity in violent contexts: Field experiments. Plos ONE, 11(7): e0158878. doi: 10.1371/journal.pone.0158878.
Voors M. J., Nillesen, E. E. M., Verwimp, P., Bulte, E. H., Lensink, R., Soest, D. P. V. (2012). Violent conflict and behavior: A field experiment in Burundi. American Economic Review, 102, 941–64.
Manuscrito recibido el 10 de abril de 2017.
Aceptado el 30 de septiembre de 2017.