Inka Romero-Ortells (a) y Manuel Perea (a,b)
(a) Centro de Investigación Nebrija en Cognición, Universidad de Nebrija, España
(b) ERI-Lectura y Departamento de Metodología, Universitat de València, España
La inteligencia artificial (IA) también está en el ámbito artístico, pero las opiniones difieren entre culturas y productos artísticos. En un estudio reciente con dos muestras se encontraron distintas opiniones o sesgos hacia los cuadros y poemas creados por una IA en oposición a los realizados por humanos. En otro trabajo se observó este sesgo respecto a la calidad de las composiciones musicales supuestamente generadas por una IA, aunque fue mayor en música clásica que electrónica. En general, se apreciaban menos las obras artísticas de una IA, lo cual muestra que existe un sesgo negativo hacia ellas.
Para la Fundación del Español Urgente (FundéuRAE), la expresión del año en 2022 ha sido “inteligencia artificial” (IA), lo que refleja su creciente popularidad. Uno de los motivos es el aumento en el uso de chatbots, asistentes que se comunican con los usuarios a través de mensajes de texto. Estos chatbots, tras haber sido entrenados con un gran volumen de conversaciones, no solo elaboran respuestas coherentes y naturales en una variedad de contextos e idiomas, sino que escriben código de programación e incluso crean contenido (v. g., ChatGPT de OpenAI, 2023). Lógicamente, estas herramientas suponen un reto en contextos educativos, puesto que pueden generar trabajos de cierta calidad a partir de una indicación como “escribe un trabajo de 500 palabras comparando el estilo de Dalí y Picasso”.
Más allá del uso responsable de estas herramientas (Junta de Andalucía, 2022) o de sus implicaciones para la teoría de la mente (Sánchez-Migallón, 2022), la IA también ha irrumpido con fuerza en el arte, un ámbito considerado “específicamente humano”. En este contexto, la inteligencia artificial ha superado la prueba de Turing. Por ejemplo, Köbis y Mossink (2021) demostraron que los participantes no podían distinguir si una creación (v. g., un poema) fue producida por un humano o una IA. Pero ¿qué actitudes tenemos las personas hacia esas creaciones? ¿Existe un sesgo negativo hacia las creaciones artísticas realizadas por una IA? Y si es así, ¿qué factores influyen?
Para poder responder a estas preguntas, Wu y cols. (2019) investigaron los sesgos en la percepción de poemas y cuadros generados por IA o humanos, y si estos estaban modulados por factores culturales. Los participantes eran estadounidenses y chinos a los cuales se expuso a obras identificadas como de autoría humana o de autoría IA. Se pidió a los participantes, en primer lugar, que redactaran libremente sus impresiones sobre la obra, y luego que rellenaran un cuestionario. Las medidas explícitas eran valoraciones en las escalas del cuestionario, que incluían la percepción de la calidad, la imaginación percibida (hasta qué punto se consideraban creativas e innovadoras las obras), la presencia espacial (o sentimiento de traslado dentro de la obra), la empatía con el artista y la pericia del artista. Las medidas implícitas usaban el análisis del contenido del discurso inicial de los participantes sobre la obra para encontrar indicios de su valoración, opinión e impresiones sobre ella. Estas medidas incluían el sentimiento hacia el contenido, la significación, la evocación de emociones, la imagen mental que generaba la obra y la identificación o empatía con el autor.
En lo referente a las medidas explícitas, la muestra estadounidense otorgaba mayor calidad, imaginación percibida, empatía y pericia a los poemas y cuadros creados por una persona que los generados por una IA, mientras que la muestra china valoraba ligeramente mejor a la IA (véanse los paneles A y C de la Figura 1). Respecto a las medidas implícitas, la muestra estadounidense puntuó de manera similar las obras creadas por humanos o IA, excepto en la imagen mental generada por la obra, en la que la IA superaba a los humanos (véase panel B de la Figura 1). Por su parte, la muestra china tampoco mostró diferencias entre humanos e IA excepto, de nuevo, en la capacidad de generar imágenes, pero en este caso se valoraron mejor los poemas creados por personas y las pinturas de autoría humana que las creadas por la IA (véase panel D de la Figura 1). Respecto a los sentimientos hacia el contenido, se pidió a las muestras que calificaran las obras según fueran positivos, negativos, encontrados o neutros. La muestra estadounidense informó sentimientos más encontrados que la muestra china en lo referente a la autoría humana o IA. En resumen, las medidas explícitas e implícitas no terminan de concordar y se observan patrones diferentes en distintas culturas.
En este primer estudio las obras eran diferentes, por lo que ello podría afectar las opiniones de las muestras, pero ¿qué pasaría si se tratara de las mismas obras y solo cambiase la supuesta autoría? ¿Se obtendrían resultados diferentes? Para poder responder a esta pregunta, Shank y cols. (2023) examinaron si la autoría supuesta de una composición musical (persona o IA) influía en el juicio estético de la audiencia. En un primer estudio, presentaron a los participantes breves extractos de música clásica compuestos por humanos. En la mitad de los extractos se les dijo a los participantes que el autor era una IA y en la otra mitad, una persona. Se les pidió que valoraran en una escala de 7 puntos cuánto les gustaba cada extracto, su calidad y la emoción suscitada. Los resultados mostraron que la música atribuida a las IA gustó menos y se le otorgó menor calidad, pero no hubo diferencias en la emoción producida. Este sesgo negativo fue mucho menor en un segundo estudio en el que emplearon música electrónica en lugar de música clásica. Estas diferencias se atribuyeron al estilo más robótico de este tipo de música.
En conclusión, los estudios revisados aquí muestran que existen prejuicios en la valoración de obras de arte basados en el origen de la autoría (humana en oposición a IA), tanto si la autoría es real o sólo supuesta. Pero esta percepción subjetiva varía según el contexto cultural de la muestra y el tipo de creación. Será interesante examinar cómo estos sesgos van cambiando a medida que aumente la integración de la IA en la vida cotidiana.
Referencias
FundéuRae (2023). Inteligencia artificial es la expresión del 2022 para la FundéuRae. Fundación del español urgente. Consultado el 12/01/2023 desde: https://www.fundeu.es/recomendacion/inteligencia-artificial-es-la-expresion-del-2022-para-la-fundeurae/
Junta de Andalucía (2022). Nuevos retos para el profesorado en la era de la inteligencia artificial. Revista Andalucía Educativa. Consultada el 12/01/2023 desde: https://www.juntadeandalucia.es/educacion/portals/web/revista-andalucia-educativa/contenidos/-/contenidos/detalle/nuevos-retos-que-plantea-la-inteligencia-artificial-se-acabaron-los-deberes
Köbis, N. y Mossink, L. D. (2021). Artificial intelligence versus Maya Angelou: Experimental evidence that people cannot differentiate AI-generated from human-written poetry. Computers in Human Behavior, 114, 106553.
Montagud Rubio, N. (2022). Test de Turing: qué es, cómo funciona, ventajas y limitaciones. Psicología y Mente. Consultado el 20 de marzo de 2023 desde: https://psicologiaymente.com/cultura/test-turing
OpenAI (2023). ChatGPT (January 30 version) [Aplicación portátil]. Open AI. https://openai.com/blog/chatgpt/
Shank, D. B., Stefanik, C., Stuhlsatz, C., Kacirek, K. y Belfi, A. M. (2023). AI composer bias: Listeners like music less when they think it was composed by an AI. Journal of Experimental Psychology: Applied. http://dx.doi.org/10.1037/xap0000447
Wu, Y., Mou, Y., Li, Z. y Xu, K. (2020). Investigating American and Chinese Subjects’ explicit and implicit perceptions of AI-Generated artistic work. Computers in Human Behavior, 104, 106186.
Manuscrito recibido el 20 de enero de 2023.
Aceptado el 28 de marzo de 2023.