Policías, ladrones y gente corriente: Diferencias entre expertos y noveles en el uso de estrategias para la toma de decisiones

Rocío García-Retamero (a,b) y Mandeep K. Dhami (c)
(a) Dept. de Psicología Experimental y Fisiología del Comportamiento, Universidad de Granada, España
(b) Max-Planck Institute for Human Development, Berlín, Alemania
(c) Institute of Criminology, University of Cambridge, Reino Unido

(cc) DukalImagine que quiere invertir su dinero en una propiedad inmobiliaria, y el hecho de que ésta pueda ser objeto de hurto es crucial para usted… En este artículo analizamos las estimaciones que expertos y noveles en el ámbito de la delincuencia realizan sobre el poder de distintas claves para predecir el éxito en la conducta de hurto y las estrategias que utilizan en su toma de decisiones.

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En nuestro día a día, con frecuencia realizamos diversas suposiciones, o inferencias. Piense en la siguiente situación: usted se ha planteado la posibilidad de invertir su dinero en la compra de una propiedad inmobiliaria y ha barajado varias alternativas. La seguridad del inmueble es un aspecto crucial para usted. Probablemente haya utilizado diversas claves para inferir si alguna de las opciones que está barajando puede ser objeto de robo (p. ej., el tipo de propiedad, su localización, o el acceso a la misma; García-Retamero y Dhami, 2009a).

Estudios previos han puesto de manifiesto que a la hora de realizar inferencias como éstas, las personas podemos utilizar diversos tipos de estrategias. Así, podemos emplear estrategias heurísticas como fíate-del-mejor («take-the-best», Gigerenzer y Goldstein, 1996). Esta estrategia selecciona la clave con mayor valor predictivo que discrimine entre los distintos inmuebles, p.ej., el acceso a los mismos (uno de ellos puede estar situado en la primera planta de un edificio, mientras que otro puede estar en la segunda o tercera planta). Después de ello, fíate-del-mejor elige aquella propiedad en la que dicha clave presenta el valor adecuado (es decir, el inmueble al que es más difícil acceder). Por el contrario, también podemos ponderar e integrar distintas claves al emitir nuestros juicios, empleando para ello una estrategia aditiva ponderada (García-Retamero, Hoffrage y Dieckmann, 2007). En este caso, realizaríamos una evaluación global de cada propiedad sumando el valor de las diversas claves, ponderadas según su valor predictivo. Tras ello, elegiríamos aquella propiedad que presente un valor mayor en la suma.

Centrándonos en el ámbito de la delincuencia, podríamos preguntarnos ¿hasta qué punto son similares las estrategias empleadas por delincuentes y policías expertos para predecir el éxito en la conducta de robo? Más importante aún, ¿hay diferencias entre ambos grupos y las personas que carecen de experiencia sobre el tema? Para responder a estas preguntas, García-Retamero y Dhami (2009b) realizaron un estudio en el que seleccionaron una muestra de 40 delincuentes, 40 policías expertos, y 40 estudiantes no familiarizados con el ámbito de la delincuencia. Los policías habían trabajado para las fuerzas de seguridad durante 19,4 años en promedio y se habían centrado fundamentalmente en la investigación de casos de robo. Los delincuentes informaron del número de robos que habían cometido (57,2 en promedio). Eran delincuentes convictos, que habían sido encarcelados por delito de robo sólo en una ocasión. Los estudiantes especificaron el número de veces que habían sufrido robo (sólo 0,6 ocasiones en promedio).

Todos los participantes en el estudio debían realizar dos tareas. En la primera, se les presentaban 40 pares de inmuebles descritos en función de una serie de características (véase Figura 1). En cada par, debían decidir qué inmueble consideraban que era más probable que fuera objeto de robo. En la segunda tarea, los participantes debían estimar la importancia subjetiva de cada característica para realizar las inferencias. El conjunto de pares presentado se diseñó de manera que las respuestas que emitían los participantes en ambas tareas permitieran determinar el tipo de estrategia de toma de decisiones que empleaban: fíate-del-mejor o la estrategia aditiva ponderada (véase Garcia-Retamero y Dhami, 2009b, para más detalles). Tras ello, los participantes se clasificaban dependiendo de la estrategia utilizada.

Figura 1

Figura 1. Ejemplo de ensayo recibido por los participantes durante la tarea de toma de decisiones. En la versión original, el texto aparecía en inglés.

Los resultados en el estudio mostraron que expertos y noveles difieren sustancialmente en el tipo de estrategia que utilizan en la toma de decisiones (véase la Figura 2). A la hora de realizar inferencias, la mayoría de los policías y delincuentes suelen emplear fíate-del-mejor, una estrategia heurística sencilla que no supone la integración de información. Los participantes noveles, sin embargo, utilizaban habitualmente la estrategia aditiva ponderada, que implica procesar e integrar diversas claves a la hora de realizar las inferencias. Por el contrario, uno de los grupos de expertos, los policías, muestra mayor similitud con el grupo de noveles en sus estimaciones sobre el poder predictivo de las claves que el otro grupo, los delincuentes (véase la Figura 3). Así, los policías y los participantes noveles coinciden en que el modo de acceso al inmueble es la clave de mayor poder predictivo a la hora de predecir el éxito de la conducta de hurto. Estas estimaciones contrastan con las que hacen los delincuentes, quienes consideran que la clave de mayor poder predictivo es si éste posee alarma antirrobo.

Figura 2

Figura 2. Porcentaje de participantes que utilizan la estrategia aditiva ponderada o fíate-del-mejor en la tarea de toma de decisiones. Para que un participante se clasificara de acuerdo a una estrategia, la diferencia entre el ajuste de fíate-del-mejor y la estrategia aditiva ponderada debía ser superior al 10%. Aquellos participantes que no cumplían este criterio se incluyen en el grupo de participantes «no clasificados.» El porcentaje de estudiantes que utiliza la estrategia aditiva ponderada es superior al de los delincuentes y policías. El porcentaje de delincuentes y policías que utiliza fíate-del-mejor es superior al de los estudiantes.

 

Figura 3

Figura 3. Estimaciones sobre el poder predictivo de las claves en expertos (policías y delincuentes) y noveles (estudiantes). Nótese que las estimaciones sobre la clave «acceso a la propiedad» son más elevadas en los policías y estudiantes que en los delincuentes. Las estimaciones en las claves «seguridad», «localización», «tipo», y «mantenimiento de la propiedad» son más elevadas en los delincuentes que en los policías y estudiantes.  

Nuestros resultados tienen implicaciones relevantes para la explicación de los procesos de toma de decisiones y las diferencias entre expertos y noveles ante una misma situación (véase también Klein, 1996, para una aportación muy relacionada). Nuestros hallazgos pueden tener también implicaciones importantes para predecir y prevenir la conducta de hurto. De hecho, subrayan que los policías pueden presentar ciertas dificultades en la detección e investigación del robo: si policías y delincuentes discrepan en sus percepciones sobre las claves que permiten predecir el éxito en la conducta de robo, es probable que los primeros muestren dificultades para prevenir dichas conductas. Asimismo, nuestros datos cuestionan en cierta forma la capacidad de los ciudadanos para protegerse con efectividad de los posibles robos, ya que no sólo difieren de los delincuentes en sus percepciones sobre la efectividad de las claves, sino también en el tipo de estrategias que utilizan al realizar sus inferencias. La investigación futura puede ir orientada a paliar estas diferencias entre expertos y noveles para prevenir el crimen de un modo más efectivo.

Referencias

García-Retamero, R., & Dhami, M. K. (2009a). Diferencias entre expertos y noveles en las estimaciones sobre el poder predictivo de las claves en el ámbito de la delincuencia. Psicothema, 21, 376-381.

García-Retamero, R., & Dhami, M. K. (2009b). Take-the-best in expert-novice decision strategies for residential burglary. Psychonomic Bulletin and Review, 16,163-169.

García-Retamero, R., Hoffrage, U., & Dieckmann, A. (2007). One cue is not enough: Combining fast and frugal heuristics with compound cue processing. Quarterly Journal of Experimental Psychology, 60, 1197-1215.

Gigerenzer, G., & Goldstein, D. G. (1996). Reasoning the fast and frugal way: Models of bounded rationality. Psychological Review, 103, 650-669.

Klein, G. (1996). The recognition-primed decision (RPD) model: Looking back, looking forward. En C. E. Zsambok & G. Klein (Eds.) Naturalistic decision making. Mahwah, N. J.: Erlbaum. (pp. 285-292).

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