Iván Sánchez Borges y Carlos J. Álvarez
Dept. de Psicología Cognitiva, Universidad de La Laguna, España
Las personas cuando se comunican están constantemente recibiendo información que no siempre viene solo del lenguaje verbal. La comunicación no verbal también colabora en cómo se produce y comprende dicha información. Un claro ejemplo es la dificultad que tienen los oradores para comunicar acciones. Por ejemplo, es difícil explicar cómo atarse los zapatos si no va acompañado por gestos. Diversos estudios recientes con medidas electrofisiológicas de la respuesta cerebral han comprobado que los gestos icónicos implican procesos semánticos similares a las palabras o las imágenes, y que además pueden modular, facilitar y enriquecer el procesamiento del lenguaje.