Jordi Moltó Domínguez y Marta Vergara-Martínez
ERI-Lectura y Dept. de Psicología Evolutiva y de la Educación, Universitat de València, España
Es raro el día que pasamos sin escuchar o leer un chiste, ya sea muy bueno o malísimo. Aunque todos conocemos esta experiencia, los procesos cognitivos que operan para entender un chiste suceden tan rápidamente que apenas somos conscientes de su funcionamiento. ¿Por qué nos hacen gracia los chistes? Gracias a las técnicas de neurociencia, podemos “congelar” estas operaciones para analizarlas y entender qué ocurre en nuestro cerebro, además de identificar las áreas cerebrales que intervienen en la comprensión de un chiste.