Ana Marcet, Manuel Perea y María Fernández-López
ERI-Lectura, Universitat de València, Valencia, España
Una de las dificultades que conlleva el aprendizaje del chino es que las palabras escritas no están delimitadas. Una estrategia para minimizar dicha dificultad es añadir espacios entre palabras, pero ello genera un patrón alterado de los movimientos oculares que reduce la eficiencia del procesamiento visual. Una mejor opción es colorear alternadamente las palabras de un texto. Esta manipulación produce tiempos de lectura más rápidos en lectores principiantes de chino y ayuda en textos con palabras poco familiares en lectores adultos. Por tanto, la coloración alternada es una buena opción para agilizar el aprendizaje lector en chino.