Pablo Billeke
Centro de Investigación en Complejidad Social (CICS), Universidad del Desarrollo, Chile
Durante nuestro desarrollo nuestras conductas y cerebros se moldean para participar en complejas formas de interacción social. Por ejemplo, al enfrentarnos a una negociación resulta clave poder anticiparnos a las posibles decisiones de las otras personas a fin de llegar a un acuerdo. Investigaciones recientes han demostrado que la actividad oscilatoria cerebral está relacionada con esta expectativa que nos formamos sobre la conducta de los otros. Esta actividad cerebral guía nuestras futuras decisiones y se muestra alterada en pacientes con esquizofrenia. Los hallazgos de estas investigaciones pueden aplicarse para elaborar terapias de rehabilitación de habilidades sociales en enfermedades neuropsiquiátricas.