Ángel Correa
Dept. de Psicología Experimental y Fisiología del Comportamiento, Universidad de Granada, España
Estamos asistiendo a un importante desarrollo tecnológico en el registro y análisis de la actividad cerebral. No sólo aparecen nuevas técnicas como la de espectroscopía por luz cercana al infrarrojo, sino que se combinan las que ya existían (EEG y fMRI) para mejorar la calidad del registro. La sofisticación de las metodologías de análisis impulsa investigaciones tan sorprendentes como las de «lectura del pensamiento».