Alba Mónica Casado Ramos
Programa de Doctorado en Psicología, Universidad de Granada, España
Cuando escuchamos a alguien hablar, aunque no lo veamos ni conozcamos, obtenemos diferentes tipos de información a partir de su voz: su mensaje lingüístico, su estado emocional y también, por extraño que parezca, una imagen de sus características físicas, una especie de “cara auditiva”. Si el hablante es alguien conocido, podemos además saber quién es, es decir, podemos identificarlo únicamente por la idiosincrasia de su voz. Cuando voz y cara aparecen juntas, la información obtenida a partir de ambas modalidades sensoriales se integra para crear una imagen global y completa del hablante.