Naroa Martínez, Itxaso Barberia y Javier Rodríguez-Ferreiro
Dept. de Cognición, Desarrollo y Psicología de la educación, Universidad de Barcelona, España
En un estudio reciente de nuestro laboratorio hemos examinado la relación entre la propensión a generar falsas memorias y la creencia en pseudociencias. Nuestros resultados sugieren que las personas que tienden a creer en pseudociencias también tienen mayor tendencia a desarrollar falsas memorias en una tarea de laboratorio cuyo contenido, en principio, no guarda relación alguna con estas creencias en particular. Esto podría indicar que las distorsiones de memoria contribuyen a la aceptación de creencias pseudocientíficas.
¿Te imaginas recordar que una sesión de reiki te alivió el dolor de espalda cuando en realidad no fue así? ¿O pensar que una pastilla homeopática mejoró tu salud cuando lo que habías tomado realmente fue un medicamento recetado? Este tipo de errores de la memoria podrían influir en nuestra aceptación de tratamientos de efectividad no probada. Un estudio reciente de nuestro laboratorio (Martínez, Barberia y Rodríguez-Ferreiro, 2024) investigó precisamente esto: la relación entre la propensión a generar falsas memorias y la creencia en pseudociencias.
Se consideran pseudociencias aquellos dominios que se hacen pasar por científicos a pesar de carecer de pruebas sólidas que los respalden (Fasce y Picó, 2019). Las creencias pseudocientíficas están bastante extendidas en nuestro entorno, especialmente en campos como el de la salud. Por ejemplo, un 86% de los franceses (Harris Interactive, 2019) y más del 70% de los alemanes (Zukunftsinstitut, 2017) tienen una imagen positiva de la medicina alternativa. En España un 64% y 48% de encuestados muestra algún grado de confianza en la utilidad de, respectivamente, la homeopatía y el reiki (FECYT, 2020).
Sólo recientemente se ha comenzado a investigar si la tendencia a desarrollar falsas memorias puede contribuir a la adopción de creencias pseudocientíficas. Las falsas memorias son recuerdos de sucesos que nunca ocurrieron o recuerdos distorsionados de sucesos reales, que todos desarrollamos en mayor o menor medida (Lampinen y col., 1998). Por ejemplo, recordar falsamente que un profesional de la salud te recomendó usar flores de Bach, cuando en realidad lo leíste en redes sociales o se lo escuchaste a un amigo.
El estudio de Martínez y cols. (2024) utilizó el llamado paradigma de la desinformación (Loftus, 2005), que permite generar recuerdos erróneos mediante la presentación de información contradictoria, intentando emular las falsas memorias originadas por la interacción social (Zhu y col., 2013). Los autores examinaron si las personas más propensas a desarrollar falsas memorias también presentan mayor adhesión a creencias pseudocientíficas, con la hipótesis de que estas memorias distorsionadas facilitan la adopción de creencias contrarias a la evidencia realmente observada. Siguiendo con el ejemplo anterior, sería posible que el falso recuerdo de la recomendación de las flores de Bach por parte de un médico llevara a la creencia en su eficacia.
Para probar esta hipótesis, se presentó una tarea de desinformación a 170 personas adultas voluntarias, y se evaluó la correlación entre la tasa de falsas memorias en esa tarea y el grado de creencias pseudocientíficas medido con un cuestionario (Torres y col., 2023). Dado que estudios anteriores habían mostrado que las creencias previas de una persona pueden fomentar el desarrollo de falsas memorias congruentes con ellas (Greene y col., 2022, para un ejemplo de desinformación sobre vacunación), Martínez y col. (2024) evaluaron la propensión a generar falsas memorias mediante escenarios neutros. Por ejemplo, en días diferentes, los voluntarios veían imágenes y textos contradictorios sobre un ladrón que entra a robar a un coche (véase la Figura 1). Más adelante, se les preguntaba por las imágenes (suceso original), para evaluar el grado de contaminación (o falsa memoria) generada por los textos posteriores (fase de desinformación).
Los resultados obtenidos mostraron una correlación positiva entre la tasa de falsas memorias y el nivel de adhesión a las pseudociencias (véase la Figura 2). Es decir, las personas con creencias más fuertes en las pseudociencias también tienden a generar más cantidad de memorias falsas.
El carácter correlacional del estudio no permite extraer una conclusión definitiva sobre la existencia de una relación de causalidad entre los dos fenómenos estudiados, ni sobre el sentido de esa posible relación. No obstante, la aparición de una asociación a partir de un paradigma experimental neutro, sin relación con las pseudociencias, favorece la idea de que la propensión a generar falsas memorias podría facilitar la adhesión a las creencias pseudocientíficas (y amplía resultados previos que sugerían que las creencias pseudocientíficas facilitan la generación de falsas memorias que las apoyan, Greene y col., 2022). Finalmente, cabe señalar también que el tamaño del efecto observado no es grande, indicando que este podría ser uno de múltiples factores que influyen en el desarrollo de creencias pseudocientíficas. Otra hipótesis es que estas tareas podrían no tener buenas cualidades psicométricas para detectar diferencias individuales, lo que atenuaría las correlaciones observadas.
Este estudio puede servir de base para diseñar estrategias destinadas a reducir la presencia de creencias pseudocientíficas en la población. Los resultados sugieren que alertar sobre posibles fallos de la memoria podría aumentar la resistencia a la desinformación y disminuir el desarrollo de creencias pseudocientíficas.
Referencias
Fasce, A., & Picó, A. (2019). Conceptual foundations and validation of the Pseudoscientific Belief Scale. Applied Cognitive Psychology, 33, 617–628.
FECYT. (2021). 10. ª Encuesta de percepción social de la ciencia y la tecnología-2020. Gobierno de España, Ministerio de Ciencia e Innovación. https://www.fecyt.es/sites/default/files/users/user378/psc2020_dosier_prensa_vf.pdf
Greene, C. M., de Saint Laurent, C., Hegarty, K., & Murphy, G. (2022). False memories for true and false vaccination information form in line with pre‐existing vaccine opinions. Applied Cognitive Psychology, 36, 1200-1208.
Harris Interactive. (2019). Do you have a good image of alternative medicine? [Gráfico]. En Statista. https://www.statista.com/statistics/1102031/medicine-non-conventional-perception-france/
Lampinen, J. M., Neuschatz, J. S., & Payne, D. G. (1998). Memory illusions and contiousness: Examining the phenomenology of true and false memories. Current Psychology: Development, Learning, Personality, Social, 16, 181–224.
Loftus, E. F. (2005). Searching for the neurobiology of the misinformation effect. Learning and Memory, 12, 1–2.
Martínez, N., Barberia, I. & Rodríguez-Ferreiro, J. (2024). Proneness to false memory generation predicts pseudoscientific belief endorsement. Cognitive Research: Principles and Implications, 9. https://doi.org/10.1186/s41235-024-00568-4
Torres, M. N., Barberia, I., & Rodríguez-Ferreiro, J. (2023). A validation of the Pseudoscience Endorsement Scale and assessment of the cognitive correlates of pseudoscientific beliefs. Humanities and Social Sciences Communications, 10, 1-8.
Zhu, B., Chen, C., Loftus, E. F., Lin, C., & Dong, Q. (2013). The relationship between DRM and misinformation false memories. Memory & Cognition, 41, 832-838.
Zukunftsinstitut (2017). Share of individuals who agree with the following attitudes to alternative medicine in Germany in 2015, by gender [Gráfico]. En Statista. https://www-statista-com/statistics/684658/attitudes-to-alternative-medicine-in-germany/
Manuscrito recibido el 26 de julio de 2024.
Aceptado el 26 de septiembre de 2024.