Ana Marcet (1), Bernhard Angele (2), Ismael Gutiérrez-Cordero (3), y Manuel Perea (4)
(1) Grupo de Investigación en Enseñanza de Lenguas, Dept. de Didáctica de la Lengua y la Literatura, Universitat de València, España
(2) Centro de Investigación Nebrija en Cognición, Universidad Nebrija, España
(3) Dept. de Psicología Básica, Universidad de Málaga, España
(4) ERI-Lectura y Dept. de Metodología, Universitat de València, España
Las comas, aunque parezcan un detalle menor, son elementos importantes en la escritura y la lectura. Este signo ortográfico, que tardó siglos en estandarizarse, puede ayudar a integrar las palabras en la frase e inducir matices expresivos, mejorando la claridad del texto. Saber emplear las comas se asocia a una mejor comprensión lectora en estudiantes de secundaria. No obstante, en lectores universitarios, su omisión en frases aisladas solo afecta mínimamente a la lectura. Esto es consistente con la capacidad de leer obras en las que, a efectos estilísticos, el uso de las comas es restringido, como las de José Saramago.