Josué Rico-Picó (1), Sebastián Moyano (1), Ángela Conejero (1), Ángela Hoyo (1), María de los Ángeles Ballesteros (2), M. Rosario Rueda (1)
(1) Dept. de Psicología Experimental y Centro de Investigación Mente, Cerebro y Comportamiento (CIMCYC), Universidad de Granada, España
(2) Dept. de Psicobiología, Universidad de Granada, España
La atención experimenta un marcado desarrollo desde el momento del nacimiento. Al principio, los bebés exploran el mundo atendiendo a los eventos según lo llamativos que sean. Si ocurre algo saliente lo miran, olvidando a qué estaban prestando atención. En los primeros meses, además de este control externo, empezarán a cambiar su foco atencional voluntariamente, lo que cambiará cómo interactúan con el mundo que les rodea. Esta transición se produce en conjunto con los cambios cerebrales que se dan en este período. La actividad eléctrica madura, los ritmos cerebrales se acentúan y se ligan al desarrollo cognitivo.