Ángel Gómez (a), J. Francisco Morales (a), Sonia Hart (b), Alexandra Vázquez (a) y William B. Swann Jr. (b)
(a) Dept. de Psicología Social y de las Organizaciones, Universidad Nacional de Educación a Distancia, España.
(b) Dept. of Psychology, Universidad de Texas, EEUU.
Que nos rechacen y excluyan socialmente es psicológicamente doloroso. Ante tal situación, podemos reaccionar, en general, de dos formas: realizar acciones compensatorias que muestren nuestra lealtad al grupo, o lamentarnos y tratar de distanciarnos de la fuente de tan dañino comportamiento. En este artículo mostramos que estar o no fusionado con un grupo determina si optaremos por la primera de las alternativas, luchar, o por la segunda, no hacer nada.